Uno de los compositores de más fecunda producción musical, es el ferreñafano Luis Abelardo Takahasi Núñez, a cuyo talento se deben varios temas emblemáticos de nuestro criollismo.
Cuentan que alguna vez le preguntaron a Chabuca Granda quién era el mejor compositor de valses de su tiempo. Chabuca sin pensarlo mucho, respondió: Luis Abelardo Takahasi Núñez.
La opinión de nuestra laureada compositora enmarca el genio creador de este compositor que le cantó a la vida, al amor, la amistad, pero sobre todo, a la tierra que lo vio nacer un 22 de noviembre de 1926: Ferreñafe.
Luis Abelardo Nuñez tenía ascendencia japonesa por línea paterna. Un mestizaje que se expresa en sus composiciones. “Embrujo” tiene algunos matices andinos, así como su marinera “Saca chispas” o su vals, “Imaginación” tienen armonías orientales.
Su padre, Sakuzo Takahashi, era natural de la ciudad de Fukushima, Japón y su madre, Tarcila Núñez, una chiclayana amorosa. Tenía ocho años, cuando su padre murió con la pena de no volver a su tierra. Una historia que se repetiría años más tarde con Luis Abelardo, quien radicó con su esposa e hijos en Japón
DE OFICIO RELOJERO
Nuestro bardo criollo, tuvo varias labores antes de su carrera como compositor. Fue por breve tiempo relojero, oficio aprendido de su padre. También administró un elegante bar, pero muy pronto se dio cuenta que lo suyo era la música que cultivó con pasión.
Desde temprana edad siempre le gusto la música. A los trece años tocaba la guitarra y participaba en diversos conjuntos musicales de Ferreñafe. A los 23 años llegó a Lima, formó varios tríos y compuso el vals “Engañada”.
LA DEL SABOR NACIONAL
Un aspecto poco conocido de Luis Abelardo Nuñez, fue el de creador del Jingle de Inka Kola, donde acuñó la frase …”la de sabor nacional”. Mientras, en su cantera creativa hay valses, tonderos, marineras, huaynos…su genio creativo era fecundo.
En 1996, Luis Abelardo Takahasi Nuñez viajó con toda su familia a Japón, a residir en la tierra de su padre: La ciudad de Komaki. Allí le detectaron un cáncer, del cual fue operado en dos oportunidades, pero al que no pudo vencer.
A los 79 años, lejos de su tierra, falleció nuestro gran compositor. Pero cumpliendo su voluntad, sus restos fueron trasladados al Ferreñafe de sus amores para ser enterrados junto a la tumba de su madre.
/ FOTO: Asociación Peruano- Japonesa / Nikkeis destacados